Administrar una ciudad significa tomar decisiones y, debido a que los recursos no son infinitos, es imposible, de buenas a primeras, sanar todas las deudas que se tenían con el municipio más las décadas de atraso. Por eso, es normal que en un ejercicio de gobierno existan disgustos, incluso, aunque los hechos evidencien una realidad diferente.
Se acerca la temporada electoral y algunos utilizan lo anterior para sacar provecho, por eso, suelen omitir, intencionalmente, los antecedentes históricos en el deterioro de nuestra malla vial, no mencionan la dificultad presupuestal para solucionar definitivamente el problema, e incluso tratan de atribuir una especie de ‘responsabilidad exclusiva’ a esta administración, como si los huecos hubiesen aparecido hace un par de meses.
Asimismo, quienes se dedican a atiborrar las redes sociales con fotografías de huecos, olvidaron mencionar que desde hace mucho tiempo el 70 % de la red de alcantarillado, y el 40 % de la red de acueducto, necesitan ser modernizadas, puesto que tienen más de 50 años y su colapso es la principal causa del deterioro de la malla vial en la ciudad.
Para dimensionar la magnitud del problema, el total de las redes hidrosanitarias que necesitan ser modernizadas, es superior a la distancia que hay entre Ibagué y la costa atlántica, y su solución definitiva tiene un costo cercano a los $ 3 billones.
Esto no significa que el municipio sea incapaz de afrontar el problema; por el contrario, cada administración y dentro de sus posibilidades, deberá intervenir todas las vías que pueda, y así lo hicimos.
Recibimos el 60 % de las vías deterioradas, y aunque tuvimos un presupuesto de inversión congelado durante el año de la pandemia, terminado el 2022 logramos superar la cifra de 260.000 metros cuadrados de malla vial urbana intervenida, y triplicamos para el presente año el presupuesto de infraestructura, con el propósito de pavimentar el 100 % de las calles donde el IBAL ya modernizó las tuberías.
Y si a esto le sumamos que luego de 30 años, lo dijimos y lo cumplimos, construimos la calle 103; mejoramos la avenida Ambalá, desde la calle 60 hasta la 103; también pavimentamos más de 11.000 metros cuadrados en la Mirolindo; rehabilitamos diferentes tramos en la Guabinal; y a través del SETP ‘TransMusical’, iniciaremos en enero la pavimentación total de la carrera Quinta, desde la calle 60 hasta la 135; y la Ambalá, desde la calle 103 hasta la 73.
Acá no sólo se hizo una pavimentación completa, también se aplicó una durabilidad de 10 años, lo cual permite optimizar recursos, en la medida que la próxima alcaldía no deberá hacerles mantenimiento. Algo histórico, teniendo en cuenta las inversiones de administraciones anteriores y las contingencias que debimos afrontar en los últimos 3 años.
Es importante agregar que, en cuanto a la red vial terciaria, hemos intervenido más de 460 kilómetros, superando los 300 que nos propusimos para el cuatrienio. Y actualmente, trabajamos en el mejoramiento de más de 16.000 metros cuadraros de vías.
Durante los últimos meses de 2022 invertimos más de $ 13 mil millones, logrando mejorar cerca de 34.000 metros cuadrados de vías, y para el presente mes, está programada la intervención de más de 18.000 metros cuadrados en los diferentes barrios.
Aquí avanzamos, trabajando a 1000xObra, pese a las dificultades, los improperios y campañas de desinformación. Seguimos con las botas puestas, poniéndole el pecho a esta enorme dificultad. “Año nuevo, vías nuevas”, esta será la regla en nuestra recta final. Haremos realidad el sueño de muchos ibaguereños, especialmente aquellos que esperan desde hace décadas la pavimentación de sus calles y la presencia del Estado.